Toyota e híbrido son tendencia, hasta el punto de que sus coches menos redondos también tienen rotundo éxito. Ese podría ser el caso del Yaris Cross 120H, la única versión disponible desde que se lanzara al mercado este modelo hasta nuestros días. A partir de ahora, y gracias a la nueva versión 130H, el Yaris Cross pasa a estar en la liga del Yaris, Corolla o C-HR, por citar al trío de ases de la marca. No es que una mayor potencia pueda cambiar radicalmente a un modelo. Es que, además de que ese rendimiento extra que aporta la nueva versión le viene como anillo al dedo, viene también acompañada de otras mejoras que también el Yaris Cross venía pidiendo a gritos: más refinamiento, más aislamiento, más placer de uso. También llegan avances en conectividad o seguridad, así que, el Yaris Cross puede presumir a partir de ahora de estar viviendo una segunda juventud.
Mejoras que se sienten, aunque no se vean
Como ya hiciera Toyota con el Yaris, el Cross cambia por dentro sin necesidad de hacerlo por fuera. Es una buena señal, síntoma de que es un coche bien planteando desde el origen y el diseño aguanta bien el paso del tiempo. Cierto es que el Yaris Cross siempre ha sido un coche muy funcional y agradable de usar en ciudad, pero fuera de ella, el motor 120H manifestaba debilidades por rendimiento y funcionamiento del sistema híbrido a la hora de solicitar y poner en acción todos y cada uno de los caballos disponibles.
Ahora, el 130H soluciona de raíz ese inconveniente. Globalmente, hace que el Yaris Cross sea mucho más eléctrico. Añade más momentos de circulación urbana con el motor térmico apagado, y en carretera, hay también más asistencia eléctrica, haciendo que la respuesta sea más ágil, directa y eficaz. Esa unidad, en concreto, aumenta su rendimiento desde los 80 CV a 84 CV mientras que el par lo hace desde 141 Nm a 185 Nm. En conjunto, pasamos de los 116 CV del 120H a los 131 CV disponibles en el 130H. A priori, la mejora en capacidad de aceleración no parece significativa: apenas reduce en medio segundo el tiempo declarado para pasar de 0 a 100 km/h.
En la práctica, parecen dos coches totalmente diferentes. La razón es que hay que acelerar menos para conseguir la misma agilidad, lo que se traduce en menos esfuerzo mecánico y más naturalidad de la caja de cambios multietapa ya que el motor se revolucionada menos. Pero además de ese extra de potencia, esta versión también viene acompañada de nuevos soportes de motor, admisión modificada y capas adicionales de aislamiento, elementos que le han sentado de maravilla al Toyota Yaris Cross para conseguir una atmósfera interior más placentera, agradable y digna de un vehículo electrificado.
Adicionalmente, el Yaris 130H puede ser, además 4×4 gracia a la acción de un motor eléctrico ubicado en el eje posterior que se emplea en fases de arrancada o momentos puntuales en los que falte adherencia o la gestión electrónica determine que hace falta su acción para controlar la trayectoria del coche. También hay una versión GR Sport de tintes y comportamiento más deportivo, en este caso, sólo en versiones 4×2. Está claro que el Yaris Cross ha ido a más con esta nueva motorización, que, sin embargo, mantiene a raja tabla los consumos. Si los Yaris Cross 120H anuncian 4,5 l/100 km, los 130H firman 4,8 l/100 km, un dato también impresionante, mientras que los 4×4 suben a 5,1 l/100 km.
Los Yaris Cross 130H, en bandeja de plata
Pensar entre comprarse un Yaris Cross 120H o un 130H podría entrar dentro de la lógica, pero la marca lo pone fácil. Lo primero, porque Toyota pretende orientar el 120H al mercado de flotas y limita su oferta a una única alternativa de equipamiento: sólo acabado Active Plus y a un precio de 26.450 euros. Lo segundo, porque por sólo 1.000 euros, te llevas un 130H Style, más equipado, más potente y mucho más capaz. Otro salto de otros mil euros te sitúa en el acabado GR Sport, mientras que los 4×4 cuestan 29.950 euros.
El Yaris Cross también estrena mejoras en conectividad incorporando el cuadro digital de 12,3 pulgadas, la pantalla multimedia de 10,5 pulgadas, y, a los obligatorios sistemas asistente de seguridad impuestos por la Unión Europea en nuevos coches, la marca añade también un plus con mejorados asistentes o nuevas ayudas a la conducción. Lo dicho, el Yaris Cross ha vuelto a nacer.