El nuevo BMW M5 traspasa esta vez una nueva dimensión en su séptima generación al incorporar por primera vez en su historia un sistema de propulsión electrificado, híbrido enchufable más concretamente, siguiendo así los pasos de su máximo rival, Mercedes, con su también innovadora tecnología AMG E-Performance.
Con su sistema M Hybrid, el nuevo BMW M5 alcanza una potencia máxima del sistema de 727 CV, combinando ahora un motor V8 de alto régimen con tecnología M TwinPower Turbo de 585 CV, una unidad eléctrica de 197 CV y la transmisión M Steptronic de 8 velocidades con Drivelogic, tracción integral M xDrive y dirección en las ruedas posteriores. BMW promete una experiencia de conducción completamente nueva, manteniendo los estándares de rendimiento, comportamiento y, sobre todo, emociones que se pueden seguir experimentando al volante de este nuevo modelo.
Electrificación inspirada en la competición
La introducción de este sistema de propulsión en el BMW M5 representa un paso significativo en la evolución de BMW M hacia la electrificación. La interacción inteligentemente controlada entre el motor de combustión y el motor eléctrico, así como la transferencia de potencia y la tecnología de chasis ajustada perfectamente a las características de rendimiento, son ejemplos destacados de cómo se puede mejorar una berlina deportiva mirando hacia el futuro, pero sin abandonar el pasado.
El motor V8 de 4.4 litros M TwinPower Turbo destaca por su naturaleza de alto régimen, ofreciendo una respuesta mejorada con eficiencia optimizada. El diseño del motor incluye un colector de escape modificado, turboalimentadores montados cerca del colector de escape o válvula sobrealimentación controlada eléctricamente, entre otros componentes que contribuyen a su eficiencia.
El sistema M Hybrid está integrado dentro de la transmisión M Steptronic de 8 velocidades. Se compone de un motor síncrono que proporciona un empuje efectivo gracias a un tren de engranajes patentado por BMW. BMW busca potencia aunque algunos datos indiquen lo contrario. Por ejemplo, la aceleración de 0 a 100 km/h es de 3,5 segundos, un tiempo superior al de las diferentes versiones del BMW M5 anterior. Sin embargo, es un motor que ofrece más elasticidad y que será más utilizable incluso para circular normalmente por ciudad o autopista con consumos muy inferiores a los M5 anteriores. Está limitado a 250 km/h, pero el paquete M Driver’s elimina esta limitación permitiendo alcanzar los 305 km/h. No va a faltar temperamento, fuerza bruta, pero también gran refinamiento en su uso, especialmente durante los 69 km que puede recorrer en modo completamente eléctrico.
La batería de alto voltaje del sistema está estratégicamente ubicada en el piso del vehículo para optimizar el centro de gravedad y evitar restricciones en el espacio interior o de carga. Tiene una capacidad útil de 14,8 kWh y se puede cargar a una potencia de 7,4 kW. La marca anuncia un consumo en ciclo WLTP de 1,6 l/100 km, cifra que obviamente no se ajusta a la realidad si queremos aprovechar sus 727 CV. Sin embargo, la electrificación llega para apoyar al motor no solo añadiendo empuje extra, sino también aliviando el esfuerzo que tendría que hacer por sí solo, combinándose también mediante un funcionamiento híbrido cuando. El sistema tiene varias estrategias para combinar la potencia de cada motor basadas en diferentes modos de conducción: Basic, Electric, eControl, Dynamic y Dynamic Plus.
La velocidad máxima a la que se puede circular utilizando exclusivamente propulsión eléctrica es de 140 km/h. Con el fin de mantener constantes las prestaciones que puede desarrollar este sistema, los modos Dynamic y Dynamic Plus aportan refrigeración adicional al sistema de propulsión híbrido enchufable, así como a la batería. Igualmente, el nuevo BMW M5 también dispone de un menú para ajustar diferentes parámetros del coche, como la respuesta de la transmisión, los amortiguadores controlados electrónicamente, la tracción total y la frenada regenerativa. Road, Sport y Track también definen la libertad que te van a proporcionar los diferentes asistentes de conducción.
Suspensión y chasis adaptados
En el eje delantero se utiliza una suspensión de doble horquilla con rigidez longitudinal y lateral optimizada, reduciendo la masa no suspendida mediante el uso de componentes de aluminio. Para el eje trasero, se han desarrollado componentes específicos para cumplir con los requisitos dinámicos de todo un M5. La construcción innovadora de acero en las articulaciones y bujes, junto con el subchasis trasero de aluminio, reducen la masa no suspendida y mejoran la estabilidad direccional y el comportamiento de dirección integral. El sistema de dirección M Servotronic del nuevo BMW M5 combina asistencia sensible a la velocidad con una relación de dirección variable, proporcionando la sensibilidad adecuada en cada situación.
El sistema Integral Active Steering, que ajusta las ruedas traseras en la misma dirección o en dirección opuesta a las delanteras según la velocidad del vehículo, combina lo mejor de dos mundos: gran aplomo a alta velocidad y excelente agilidad en carreteras de montaña, junto a facilidad para maniobrar o conducir en ciudad. Por su parte, el sistema M xDrive de tracción a las cuatro ruedas dispone de diferentes programas de funcionamiento, pudiendo incluso configurar el vehículo en modo 2WD, es decir, solo con propulsión a las ruedas posteriores, y con el control de estabilidad completamente desconectado.
Los modos 4WD y 4WD Sport ofrecen el mejor compromiso posible para domar a esta nueva bestia desarrollada por BMW, manteniendo altos valores de seguridad y facilidad de conducción si nos apoyamos en los sistemas electrónicos vinculados al chasis y comportamiento del vehículo. Si estamos o no ante el mejor BMW M5 de todos los tiempos lo acabará decidiendo el cliente, lo que no cabe duda es que sigue siendo un deportivo tan fascinante y exclusivo como siempre. Su precio, 161.000 euros.