Ya sabemos que los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto, así que es importante tener este elemento en buenas condiciones. Una presión correcta, tener el dibujo de los neumáticos con la profundidad correcta y vigilar que el estado del neumático sea el correcto es fundamental para poder circular con seguridad.
Pero puede ser que se detecte que uno de los neumáticos tiene una presión por debajo de lo normal. Esto suele notarse por el comportamiento del vehículo. Al conducir, se nota como el coche se va hacia uno de los lados, que la dirección es más difícil de manejar y que resulta más complicado de conducir.
En ese momento, hay que comprobar la presión de todos los neumáticos. Y muy posiblemente, se encuentre que uno de ellos tiene la presión baja y que sea el responsable de todos esos problemas. Hay que revisarlo bien y posiblemente, se encuentre en él algún elemento que haya perforado el neumático y que provoque que pierda aire.
¿Qué hacer si hay un clavo en el neumático?
Ante la presencia de un clavo en el neumático, hay que evitar la tentación de sacarlo por nuestra cuenta. Se ha de encargar un mecánico especializado, porque esta operación se ha de hacer de manera cuidadosa y con cierta técnica. De esta manera se evita que la extracción de este elemento pueda estropear más el neumático.
El profesional puede valorar el estado del neumático y saber si se ha de sustituir o simplemente, se puede realizar la reparación del mismo. Para ello, se suele utilizar una espuma que se introduce en el neumático y sella el escape de aire.
Este proceso es sencillo, seguro y muy económico. Si el clavo no ha producido roturas graves, esto es suficiente y se consigue solucionar el problema.
Lo importante es no retirar el clavo y dejar el proceso de reparación a un profesional, que lo hará de forma correcta y rápida. Si se realiza bien, no cuesta mucho dinero y permite seguir disfrutando del neumático, si no tiene más problemas, durante mucho tiempo más.