Las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico tienen como objetivo clasificar a los vehículos en función de sus niveles de emisiones contaminantes. Es cierto que se implantaron en 2016 y justo en este 2023 está prevista la implantación de las nuevas Zonas de Bajas Emisiones en los municipios con más de 50.000 habitantes.
A día de hoy, las etiquetas se dividen en cinco que son:
- Etiqueta A o vehículos sin etiqueta: son los de gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006.
- Etiqueta B: vehículos de gasolina matriculadas a partir de enero de 2000 y diésel a partir de enero de 2006.
- Etiqueta C: vehículos de gasolina matriculadas desde enero de 2006 y diésel desde 2014.
- Etiqueta ECO: híbridos enchufables con menos de 40 kilómetros de autonomía, híbridos no enchufables y bifuel como GLP, GNC y GNL.
- Etiqueta Cero: eléctricos e híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía.
Ahora que los modelos con algún tipo de electrificación han evolucionado notablemente, conviene dejar claros algunos aspectos. Por ejemplo, los futuros cambios no tendrán carácter retroactivo, lo que quiere decir que si un coche tiene ECO no pasará a Cero.
Además, es posible que los coches con etiquetas medioambientales Cero que hasta ahora aparcaban gratis en Madrid, tendrán que abonar el coste del estacionamiento en un futuro previsiblemente no muy lejano. Además, los vehículos con etiqueta B no podrán acceder a las Zonas de Bajas Emisiones de las diferentes ciudades.
Algunas fuentes han publicado que se avecina un cambio inminente en los vehículos con etiqueta medioambiental Cero, un distintivo del que se podrían llegar a excluir los híbridos enchufables que no ofrezcan 90 kilómetros de autonomía. Por el momento tendremos que esperar a la confirmación oficial de la Dirección General de Tráfico.
Cambios en las Zonas de Bajas Emisiones, ¿influirán las etiquetas medioambientales?
Es importante recordar que el Gobierno revisará y valorará el funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones de las 149 ciudades cada tres años pero el primer control no llegaría hasta 2027. En ese momento, según la calidad del aire, se podría llegar a exigir a los diferentes ayuntamientos modificaciones o cambios en la normativa ya que podrían verse aumentadas o reducidas.
Sea como sea, tendremos que esperar a que todos los municipios con más de 50.000 habitantes implanten las Zonas de Bajas Emisiones, ver cómo funcionan y de ahí esperar cuatro años hasta un posible cambio.