Cuando aprieta el calor y tenemos que conducir, todos acudimos al aire acondicionado, ese elemento del coche que nos mantiene frescos y que permite que podamos ponernos frente al volante incluso en verano. El coche está equipado con este elemento y nos salva la vida en más de una ocasión. Y no es una exageración, ya que conducir con una temperatura agradable ayuda mejorar la seguridad.
El aire frío que sale del circuito del aire acondicionado permite reducir la temperatura del habitáculo y hacer que conducir sea más placentero. Pero a veces, hay momentos en los que no sale el aire tan frío como debería. ¿Sabes a qué se puede deber esto? Vamos a contarte por qué a veces, el aire acondicionado no funciona como debería y no enfría lo suficiente.
Falta de potencia
Uno de los principales motivos por el que el aire acondicionado no enfríe bien es la falta de potencia. Si de las salidas de aire del habitáculo sale el aire con poca potencia, aunque se active el ventilador a mayor potencia. El uso de este elemento provoca que la suciedad se acumule en el filtro del aire. Esta suciedad provoca que el aire no pase bien por el filtro, así que hay que cambiar el filtro.
Olores poco agradables
Otra señal de que el filtro está en mal estado o sucio es la presencia de malos olores. Además de la suciedad, puede haber humedad en el circuito. La unión de estas dos circunstancias hace que crezcan bacterias en el mismo y esto produzca mal olor. Además, esas bacterias pueden pasar al aire y provocar problemas de salud. Ante la presencia de este olor, hay que visitar al taller y cambiar el filtro.
Más consumo cuando funciona
El aire acondicionado hace que aumente el consumo del motor, aunque a veces podemos notar que ese consumo se incremente de manera anormal. Un mal funcionamiento del aire acondicionado tasmbién puere ser responsable de que aumente la temperatura del motor, otro de los avisos que advierte de que hay que visitar al taller.
Revisar el circuito del aire acondicionado
Ante cualquiera de estas alertas, hay que planificar una visita al taller, para que los profesionales puedan comprobar que todo funciona bien y se eviten averías más graves.