¿Tienes un coche manual? Si la respuesta es afirmativa sabrás lo que es el embrague. Pues bien, por si tienes alguna duda, esta pieza se acciona mediante el primer pedal que nos encontramos empezando por la izquierda y se pisa con el pie izquierdo. Hoy vamos a enseñarte a comprobar que el embrague de tu coche está en buen estado.
Con estos consejos mecánicos podrás comprobar de forma muy rápida si el disco de tu coche está en buen estado. Recuerda que ésta es una de las piezas que más “estrés” tiene ya que se utiliza para cambiar de marcha constantemente. Su duración puede variar por muchos factores.
¿Cómo saber si el embrague de mi coche está bien?
Normalmente, un embrague suele durar unos 100.000 kilómetros pero todo va a depender de cómo se conduzca, el tipo de trayecto e incluso si se le dan “patadas” para cambiar de marcha. No obstante, si el coche circula la mayor parte del tiempo por autovías o autopistas y se conduce con delicadeza, el embrague puede durar incluso hasta los 300.000 kilómetros. Eso sí, también dependerá si se trata de un embrague de serie y de la marca del coche en cuestión.
Ahora bien, seguro que te hemos creado una enorme curiosidad y quieres comprobar si el embrague de tu coche está en buen estado. ¡Vamos allá! Arranca el coche y colócalo en una zona llana. En ese momento, desembraga o lo que es lo mismo, pisa el embrague y mete la marcha más larga que suele ser quinta. En ese momento, suelta el pedal.
Si el coche se cala rápidamente, el embrague está en buenas condiciones pero si tarda un poco más, es posible que el embrague ya tenga cierto desgaste y puede que el final de su vida esté bastante cerca.
La reparación de esta pieza depende del tipo de coche que sea, la marca, el modelo, el motor e incluso el tipo ya que puede ser monomasa o bimasa. En algunos modelos, esta reparación puede estar comprendida en un abanico de entre 800 y 1.500 euros.
Si te has llevado un buen susto, intenta cuidar esta pieza de tu coche para que el posible cambio se alargue en el tiempo. Para eso, no conduzcas con el pie apoyado en el pedal, tampoco pises acelerador y embrague a la vez. No levantes el pie del embrague con brusquedad y utiliza el freno de mano en vez del pedal cuando vayas a subir una pendiente muy pronunciada.