Todos hemos esperado con ansias el momento de llegar a los 18 años, obtener el carnet de conducir y ponernos, por fin, al volante de un coche. Esto nos suele cambiar la vida, nos lleva a disfrutar de viajes, de movernos con más libertad y de hacer una vida más dinámica, sin depender de nadie. Pero antes de sacar el carnet de conducir, también podemos conducir un vehículo de cuatro ruedas.
No se consideran coches, pero sí que ofrecen muchas de las ventajas que tienen estos, aunque con limitaciones en la velocidad y el uso. Son los cuadriciclos, que pueden ser ligeros o pesados, según las características que ofrezcan y lo que se puede obtener de ellos.
Los cuadriciclos ligeros, vehículos sin carnet
Estos vehículos tienen unas características que permiten que los usuarios no necesiten tener carnet B, que es el más común de ellos. Tienen una limitación de velocidad que no les permite superar los 45 km/h y están movidos por un motor de 500 cc. Esto lo invalida para salir a las vías rápidas, autopistas y autovías, donde hay que superar los 80 km/h para poder circular.
Por eso, es un tipo de vehículos ideal para moverse por ciudad. Y además, esto le permite que sea posible conducir uno de estos cuadriciclos ligeros con solo 15 años. Igual que, por ejemplo, un ciclomotor. La carrocería mejora la seguridad del usuario y las cuatro ruedas aportan más estabilidad al vehículo.
Son coches con dos plazas, así que solo podrán ser utilizados por dos personas y el espacio de carga es muy pequeño. Con esto, no quiere decir que no hace falta conocer las normas de tráfico y las señales. Antes de ponerse al volante de un cuadriciclo ligero, el usuario tendrá que contar con la liencia AM, que permite también conducir ciclomotores y vehículos similares.
Para ello, el usuario tendrá que superar el examen psicotécnico y aprobar el examen teórico de la DGT. Si hay prisa en comenzar a conducir, es una buena manera. Y puede ser también una buena práctica a la hora de enfrentarse a sacar el carnet de conducir B.