La trayectoria de Xiaomi en el sector del automóvil es anecdótica, pero ya ha roto récords con el único coche que ha desarrollado y que inicialmente lanzará en China. Pero ojo, aviso a navegantes. La marca ya ha iniciado su periplo por Europa enseñando los dientes, y asusta. De hecho, el Xiaomi SU7, la que de momento es su primer y único coche, ya ha sido presentado a la prensa en la ciudad de Madrid, donde medios especializados han podido verla y tocarla. Y sí, damos fe de que el colmillo está afilado.
El Xiaomi SU7 puede presumir de haber roto récords. Si de momento se vende en el mercado local es porque cada uno de los coches que fabrica, a razón de una unidad por cada 76 segundos, está asignada a un cliente. No ha llegado a un año de su producción y ya se han entregado 100.000 unidades, un hito para una marca que no tiene ni experiencia ni una mínima referencia en el sector del automóvil. Pero lo que tiene Xiaomi es tecnología, medios, capital… y mucho talento.
A las pruebas nos remitimos, porque el nuevo Xiaomi SU7 es espectacular por continente y contenido, y sus especificaciones hacen sonrojar a coches de la reputación de un Tesla Model S, un Porsche Taycan o un Mercedes EQS, aunque en realidad Xiaomi tiene el ojo puesto en BYD, compatriota que se está expandiendo como la espuma en Europa y que está conquistando a sus clientes por buen producto y precio francamente competitivo.
Compromiso de inversión y ecosistema tecnológico
El proyecto de vehículos eléctricos de Xiaomi está respaldado por una inversión inicial de 10,000 millones de dólares, lo que subraya el compromiso a largo plazo de la compañía para consolidarse en este sector. Con una red de factorías de última generación y tecnología de fabricación avanzada, Xiaomi ha construido un ecosistema de producción que abarca desde el ensamblaje de vehículos hasta el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial y software de conducción autónoma, gracias a sus centros de I+D. Xiaomi no solo cuenta con una fuerte capacidad de fabricación; también está innovando en áreas clave como la integración de sistemas de infoentretenimiento basados en su ecosistema Mi y una infraestructura de software que promete una conectividad de vanguardia. Todo ello lo ha materializado ya en el Xiaomi SU7, pero la marca ya está inmersa en nuevas tecnologías y avanzadas plataformas con características propias para cada tipología de vehículo.
Especificaciones de lujo y enfoque en eficiencia
El Xiaomi SU7 es una berlina de corte deportivo que tiene casi cinco metros de longitud. Grande, sí, pero esbelta, dinámica, atlética, con unas calidades a la vista que apuntan maneras, y capaz de establecer un nuevo récord en aerodinámica. Fijan su Cx en 0,195, un valor inalcanzable para fabricantes con años de trayectoria sometiendo a sus diseños a costosos túneles de viento. Además del diseño, parte del secreto está en la aerodinámica activa de la que dispone el Xiaomi SU7. Como bien saben los fabricantes, especialmente desde que el coche eléctrico se produce en masa, ser eficiente frente al viento garantiza kilómetros extra de autonomía. Pero el Xiaomi SU7 tiene otro as bajo la manga. Es, además, un coche bastante ligero.
Nada de socios, nada de compartir tecnología con terceros. Todo se hace en casa después de haber aprendido cómo lo hacen los mejores. De Tesla, por ejemplo, han copiado la forma de diseñar y fabricar la plataforma, elaborada por grandes piezas que ahorran ensamblaje, soldaduras y tiempo, logrando una arquitectura sólida pero bastante ligera. Para este modelo han fijado nada menos que tres metros de distancia entre ejes y aseguran que con la tecnología de baterías disponible podrían equipar una batería de 150 kWh de capacidad que proporcionara hasta 1,200 km de autonomía. De momento, 101 kWh es la batería de mayor capacidad. Aquí sí, se asocian con los mejores: CATL y sus baterías Qilin.
Los motores son de desarrollo propio, de la familia HyperEngine V6 y V6S. El motor principal va alojado en el eje posterior. La versión básica dispone de 299 CV, batería de 73,6 kWh de capacidad y 700 km de autonomía estimada, eso sí, según el ciclo Japonés, que serían algún kilómetro menos en el WTLP europeo. Este mismo motor también se asocia con una batería de 94,3 kWh consiguiendo 830 km, mientras que la joya de la corona es una versión bimotor de tracción total, combinando un motor de 299 CV delante y 374 CV atrás para un rendimiento global de 673 CV. Esta es la versión equipada con la citada batería de 101 kWh, capaz de recorrer 800 km. Las prestaciones cortan el hipo, acelerando, frenando, pero también cargando: alrededor de 500 km por cada cuarto de hora. Está claro que Xiaomi quiere hacer mucho ruido desde el primer momento.
Si el exterior cumple sobradamente el estándar de diseño y calidades europeos, el interior las supera más que holgadamente. Mucha calidad, mucha cantidad de equipamiento, bastante espacio, aunque la altura de la carrocería no facilita mucho el acceso. Y, como no podría ser de otra manera, mucho gadget electrónico de primer nivel, funcionando con los procesadores más avanzados del mercado. El cuadro de instrumentos puede que te deje algo frío, pero la pantalla multimedia de 16,1 pulgadas de altísima resolución es una verdadera pasada. También hay un guiño clásico para los amantes de los botones táctiles, dispuestos en una bonita consola que divide los asientos.
Xiaomi también quiere ser un referente en seguridad, y lo demuestra incorporando tecnología con Nivel 3 de conducción autónoma gracias a un sensor LiDAR compuesto por once cámaras, tres radares y doce sensores de ultrasonidos. ¿Los precios? En China, ridículos al cambio, hasta el punto de que añadidos los impuestos arancelarios que impone la Unión Europea, podría seguir vendiéndose a un precio de risa en Europa si la marca quiere. Lo que parece claro es que China nos está pasando por encima a pasos agigantados en tecnología de propulsión eléctrica.