Desde su lanzamiento en 2017, el Tesla Model 3 se ha convertido en uno de los vehículos eléctricos de mayor éxito en la industria del automóvil. Concebido como una berlina accesible, repleta de tecnología avanzada y con un rendimiento sobresaliente, el Model 3 ha logrado posicionarse como uno de los vehículos eléctricos más vendidos y populares del mercado. Este modelo ha jugado un papel clave en la misión de Tesla de acelerar la transición hacia un futuro sostenible y totalmente electrificado, demostrando a los fabricantes europeos que es posible producir y vender de manera competitiva un vehículo con sus características.
Sin embargo, su juventud y rápida expansión, junto con la visión de la marca en aspectos técnicos ajenos a la electrificación, como la combinación de materiales estructurales o las soldaduras, también han supuesto un arranque comercial no exento de problemas de calidad en las primeras unidades. Además, se han enfrentado a desafíos técnicos relacionados con su avanzado software, que la marca ha tenido que ir solucionando con el tiempo. A continuación, exponemos los principales fallos e incidencias que han reportado algunos de sus propietarios.
Primera Generación: problemas de juventud
La primera generación del Tesla Model 3, que comenzó a venderse en 2017, marcó un hito para Tesla al abrir el camino hacia un modelo de mayor producción en masa. No obstante, los primeros vehículos producidos enfrentaron varios desafíos de calidad y fiabilidad, en parte debido a la curva de aprendizaje en las líneas de producción de Tesla y la rápida escalabilidad.
- Calidad de construcción deficiente:
- Una de las quejas más comunes en las primeras unidades fue la inconsistencia en el ajuste de los paneles exteriores. Esto provocó grandes espacios entre las puertas y otras áreas de la carrocería, afectando tanto la estética como la aerodinámica del vehículo. Además, algunos propietarios reportaron que la pintura se desgastaba prematuramente, con casos de descamación y manchas visibles.
- Fallos en electrónica y software:
- Sistema de infoentretenimiento “congelado”: El Model 3 depende de una gran pantalla central táctil para todas sus funciones, lo que aumenta la importancia de su correcto funcionamiento. En los primeros modelos, se detectaron problemas de congelamiento y reinicios inesperados del sistema de infoentretenimiento, lo que afectaba tanto las funciones de navegación como el control de climatización y otras operaciones esenciales del vehículo.
- Autopilot inconsistente: El sistema de conducción asistida Autopilot presentó problemas significativos, como errores en la lectura de carriles y fallos en la interpretación de señales de tráfico y obstáculos, lo que generó situaciones potencialmente peligrosas para algunos conductores.
- Batería y problemas de autonomía:
- Aunque Tesla afirmó que las baterías del Model 3 tendrían una larga vida útil, algunos propietarios reportaron una disminución notable en la autonomía de sus vehículos después del primer año de uso, lo que generó preocupaciones sobre la fiabilidad a largo plazo del sistema de almacenamiento de energía.
- Desgaste prematuro de frenos:
- En algunos casos, los propietarios reportaron un desgaste prematuro de las pastillas de freno, posiblemente exacerbado por el sistema de regeneración de energía que reduce la intervención del freno físico, pero no de manera consistente.
Segunda Generación: mejoras en la producción y nuevos retos
Con la producción del Model 3 en plena expansión, Tesla introdujo mejoras significativas en el diseño y la construcción de su segundo lote de vehículos. Sin embargo, aún se presentaron problemas en áreas clave, especialmente en lo relacionado con la durabilidad de algunos componentes y la integración de nuevos sistemas tecnológicos.
- Mejoras en la calidad de construcción, pero con inconsistencias:
- A pesar de los esfuerzos por mejorar los acabados interiores, muchos usuarios siguieron reportando problemas de calidad en el ajuste de los paneles interiores y la aparición de ruidos molestos dentro del habitáculo, conocidos como “ruidos parásitos”, especialmente en carreteras irregulares o durante condiciones de frío extremo.
- Actualizaciones problemáticas del software:
- Si bien una de las mayores ventajas de Tesla es la capacidad de mejorar sus vehículos mediante actualizaciones de software a distancia, algunas actualizaciones introdujeron nuevos errores, como la desconexión intermitente de las cámaras de seguridad, problemas en la calibración de los sensores de Autopilot o incluso fallos en la capacidad de carga.
- Problemas en la suspensión:
- Ruidos y vibraciones: Algunos propietarios reportaron ruidos inusuales provenientes de la suspensión, especialmente en terrenos accidentados, lo que en algunos casos fue atribuido a un ensamblaje inadecuado de los componentes o a problemas de desgaste prematuro en piezas como las rótulas y los amortiguadores.
- Gestión térmica:
- Sobrecarga en climas cálidos: Otro problema recurrente fue el sobrecalentamiento de las baterías en climas cálidos. Aunque Tesla utiliza un sistema de gestión térmica activo para las baterías, en ciertos entornos las baterías alcanzaron temperaturas que afectaban su rendimiento, limitando temporalmente la potencia y la autonomía del vehículo.
Tercera Generación: madurez y consolidación
Para 2021, el Tesla Model 3 había alcanzado un nivel de producción más refinado, con numerosas mejoras en diseño, rendimiento y tecnología. Sin embargo, a medida que Tesla ha avanzado, han surgido nuevos problemas relacionados con la complejidad de sus sistemas y la durabilidad de ciertos componentes a largo plazo.
- Rediseño exterior y problemas de sellado:
- Filtraciones de agua: Con la introducción de nuevos faros y ajustes aerodinámicos en los modelos recientes, algunos propietarios reportaron problemas con las juntas de sellado en puertas y ventanas, lo que provocaba filtraciones de agua durante lluvias fuertes o al lavar el vehículo.
- Actualización del Autopilot:
- Dificultades en zonas urbanas complejas: A pesar de que el sistema de Autopilot ha mejorado significativamente, los entornos urbanos con señales de tráfico confusas y peatones densos siguen siendo un reto. Se han reportado situaciones en las que el vehículo interpreta mal las señales o frena abruptamente ante peatones que no representan un peligro inmediato.
- Fallos en sensores de seguridad:
- Los sensores ultrasonidos y las cámaras del Model 3 son fundamentales para las funciones avanzadas de seguridad y el Autopilot. Sin embargo, algunos propietarios han informado de fallos ocasionales en los sensores, lo que podría comprometer la precisión del sistema de advertencia de colisión o el control de crucero adaptativo.
- Durabilidad de componentes electrónicos:
- En esta generación, comenzaron a observarse fallos en componentes eléctricos menores, como conectores de carga y cables internos, que no siempre muestran una durabilidad acorde con las expectativas de los usuarios para un vehículo premium.
Pese a las incidencias, Tesla ha sido proactiva al abordar muchos de ellos mediante llamadas a revisión y actualizaciones continuas de software. Es esencial que los propietarios mantengan su vehículo actualizado para minimizar la probabilidad de experimentar algunos de los fallos aquí descritos. Además, la ejecución de un mantenimiento preventivo y la atención a cualquier señal de advertencia temprana pueden ayudar a prolongar la vida útil y optimizar el rendimiento del vehículo.
Los vehículos eléctricos, aunque requieren menos mantenimiento que los tradicionales, aún necesitan atención en áreas clave como frenos, suspensión y componentes electrónicos. Dada la naturaleza tecnológica del Tesla Model 3, estar al tanto de las últimas actualizaciones y mejoras es crucial para disfrutar de una experiencia de conducción óptima.