Los coches más modernos y mejor equipados cuentan con una gran cantidad de ADAS, es decir de sistemas de asistencia a la conducción, por su nombre en inglés. Uno de estos elementos es el Control de Crucero Adaptativo. Posiblemente hayas oído hablar de este sistema, pero quizá no tengas claro cómo funciona realmente. Vamos a repasar el funcionamiento de esta ayuda a la conducción y cómo es realmente.
El Control de Crucero Adaptativo funciona gracias a los datos que recogen los sensores y radares que equipa el vehículo. Estos se encargan de “ver” el entorno del coche y captar todos los datos necesarios para que el sistema funcione y pueda realizar su función.
Así es el Control de Crucero Adaptativo
El Contro de Crucero funciona permitiendo que el coche mantenga una velocidad constante sin necesidad de pisar el acelerador. Simplemente se establece una velocidad y el motor la alcanza y mantiene sin que el conductor tenga que actuar sobre el acelerador. Al mínimo toque del freno, se desactiva y permite que el conductor tome el control. El Control de Crucero Adaptativo es una evolución de este sistema.
Con el mismo, el coche es capaz de detectar e informar de las condiciones del tráfico y variar la velocidad del coche según las necesidades de cada momento. Esto quiere decir que si los sensores y radares del coche detectan que el vehículo que precede al coche frena, inmediatamente reduce la velocidad para evitar un golpe por alcance.
Incluso, si el sistema detecta que el coche que va delante se detiene, el freno de emergencia actúa para evitar el golpe. El ACC, por sus siglas en inglés, calcula en cada momento la velocidad para mantener la distancia de seguridad y evitar alcances. De esta manera, el conductor solo tiene que vigilar que el ACC cumpla con su cometido y todo funcione correctamente.
Si el vehículo precedente vuelve a acelerar, el ACC hace que el motor recupere su empuje y acelera hasta la velocidad de crucero, si las condiciones son adecuadas. Si, por algún motivo, la acción del conductor es necesaria, hay avisos acústicos y visuales para que sea el conductor el que adapte la velocidad. Si no ocurre esto, entrará en acción el freno de emergencia y detendrá el vehículo.
Ventajas y limitaciones del Control de Crucero Adaptativo
Este sistema de asistencia a la conducción permite que el conductor pueda conducir de una manera más relajada, sin tener que controlar el pedal del acelerador y el freno de manera constante. Eso no quiere decir que el conductor pueda dejar de estar atento a la carretera, pero sí que aligera la conducción.
Por contra, el Control de Crucero Adaptativo funciona bien cuando el tráfico es fluído, pero no sirve cuando hay un tráfico denso y se requiere la intervención continua del conductor. La necesidad de frenar y acelerar en condiciones de mucho tráfico hace que este sistema sea poco práctico y es entonces cuando es necesario que sea el conductor el que tome el control en todo momento.