Todos los elementos mecánicos que forman parte de un coche tienen un desgaste por el uso. La caja de cambios suele durar bastante sin tener problemas graves, incluso las automáticas. Pero a pesar de eso, también tienen averías que pueden ser peligrosas. En este artículo vamos a repasar varias de estas averías que puede presentar una transmisión automática.
Nivel incorrecto del aceite de transmisión
Al depender de la presión de un líquido que regula el funcionamiento de la transmisión, si hay una presión baja pueden producirse averías. La presencia de burbujas de aire en el circuito de la transmisión puede interferir en la presión, así que es conveniente controlar la presión de este aceite.
En cambio, cuando hay una cantidad excesiva de aceite de la transmisión, se puede formar espuma e interferir en el funcionamiento correcto de la transmisión.
Error en la gestión electrónica
Los sensores y el módulo electrohidraúlico pueden tener un mal funcionamiento y provocar que la transmisión funcione mal, con lo que se limitará el buen funcionamiento del vehículo.
Fallo en el convertidor de par
El convertidor de par ha de funcionar de manera correcta, ya que si está defectuosa puede provocar vibraciones y afectar al funcionamiento de este elemento tan importante.
Electroválvulas defectuosas
Las electroválvulas también pueden pueden provocar averías si no están bien. Pueden provocar golpes en los cambios, lo que avisa de que hay problemas en el momento del acoplamieno o en el desacoplamiento de las marchas.
Deslizamiento irregular de los embragues
Si los embragues están desgastados se puede producir un mal engranaje de las marchas, así que hay que estar atentos a que estos elementos estén en perfecto estado.
¿Cómo se puede saber si hay problemas en la transmisión automática?
Los fallos en la transmisión automática se pueden detectar con facilidad si estamos atentos a las siguientes señales:
- Dificultad a la hora de cambiar de marchas: Hay varios motivos por los que el cambio automático no funcione correctamente, pero en el momento del cambio de marchas, se produce algún problema que ralentiza o dificulta el cambio. Si hay golpes en los cambios de marcha, esto puede indicar que hay problemas en las válvulas del la transmisión y hay que visitar inmediatamente al taller.
- Vibración al ralenti: Cuando el cuentarrevoluciones produce picos cuando el vehículo esté detenido, puede indicar que hay problemas en la transmisión.
- Embrague dañado: El embrague dañado puede provocar un olor a quemado, ya que produce un roce al activarse. Y al no moverse de manera adecuada, puede resbalar y no ofrecer una funcionalidad perfecta, con el riesgo que supone esto.
Ante cualquiera de estos problemas, no hay que pensarlo mucho. El coche ha de ir al taller y ser revisado por profesionales para detectar estos problemas y evitar que se produzca una avería todavía más grave y costosa.