No hay trucos infalibles para conducir con eficiencia. Cada momento exige un tipo de conducción y hay que saber adaptarse a las características de la vía y a las circunstancias del tráfico. Pero sí que hay varios consejos que se pueden seguir para hacer que la conducción sea más segura y además, el consumo se reduzca considerablemente.
Vamos a repasar estas recomendaciones para hacer que la conducción sea más segura y además, no haga falta repostar con tanta frecuencia. Como he dicho, se trata de consejos que se pueden aplicar de forma general y que ayudarán a mantener el control del vehículo y a hacer que la conducción sea más eficiente y sostenible.
Usar bien el cambio de marchas: Para mover el coche se ha de comenzar con la primera marcha. Una vez se han recorrido unos pocos metros, hay que cambiar de marcha para que el motor pueda ofrecer la potencia necesaria. Una vez en marcha, hay que modificar la marcha para ajustarla a la necesidad de torque. Y, para acabar, hay que intentar utilizar la marcha más larga posible en cada momento, para que el motor funcione con mayor libertad.
Circular a velocidad constante: La velocidad a la que circulamos es importante. Una velocidad constante, con frenadas ligeras y sin acelerones, permiten que se pueda reducir el consumo de combustible y además, ayuda a mantener el control del vehículo.
Controlar el peso de la carga y su colocación: La colocación de la carga es fundamental para mantener el control del vehículo y evitar que el consumo se dispare. Cuanto más carga, más peso y en consecuencia, más consumo. Además, una carga mal colocada puede hacer que el vehículo no mantenga la estabilidad por el desplazamiento de la misma. Los bultos más pesados han de ir en la parte de abajo y además, todo bulto que supere el nivel de carga y pueda resultar peligroso para los ocupantes, ha de ir convenientemente sujeto.
Los neumáticos, siempre a punto: El único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto es el neumático. Los neumáticos tienen que estar siempre en perfecto estado. La profundidad de las líneas del neumático, el estado de la banda de rodadura y la presión de los neumáticos es algo que se ha de revisar con frecuencia para poder circular de manera segura. Si la banda de rodadura presenta grietas, si las ranuras de los neumáticos miden menos de 1,6 mm o si se detecta una fuga de aire, hay que cambiar los neumáticos y evitar circular con ellos.
Y no está de más recordar que hay que mantener la distancia de seguridad con los vehículos precedentes para que no haya necesidad de frenar con brusquedad, algo que puede provocar que se produzcan situaciones de riesgo o incluso accidentes.