Hay coches de lujo y otros, en el otro extremo, que buscan ofrecer una solución de movilidad en la ciudad al mínimo precio. Y aunque los primeros suelen ser los más vistosos, los más prácticos para el día a día son los segundos. FIAT es una marca que basa sus modelos en ese segundo segmento, el de la movilidad urbana. Su última propuesta recupera un concepto clásico en la marca y lo actualiza, llevándola a la movilidad eléctrica.
El FIAT Topolino se convierte en un modelo de pleno derecho, porque en su origen era un mote que se utilizaba para referirse al FIAT 500 en su primera encarnación. En esta nueva vida, el Topolino se ha fijado en uno de sus primos, otro de los modelos del Grupo Stellantis. El Citroën AMI es un urbano eléctrico muy práctico y el Topolino quiere seguir esa línea.
Un coche urbano con estilo
Este modelo es un coche urbano de pequeño tamaño, que tiene una imagen que, desde luego, reproduce el estilo de un Citroën AMI. Un vehículo simpático, destinado para la ciudad que tiene el estilo que se puede esperar de un vehículo italiano. Y hay que recordar que no se trata de un coche, sino de un cuadriciclo, así que no hace falta tener 18 años para poder ponerse al volante del mismo.
En la parte frontal se ven los faros redondos, que le aportan una imagen muy característica. No hay entrada de aire, porque se trata de un vehículo eléctrico y no necesita ventilación, así que no hay parrilla. El paragolpes está formado por una moldular de color gris, que contrasta con el color de la carrocería. Esta puede ser variada, ya que hay bastantes opciones de personalización.
En el techo se puede ver una lona, que se podrá desplegar si se quiere disfrutar del aire libre y el sol. También se nota que carece de puertas. Estas han sido sustituidas por cuerdas, que no ofrecen tanta privacidad, pero que ayudan a acceder con facilidad al interior. De este, por cierto, todavía no hay imágenes, pero se espera que tenga un toque de diseño más elegante que el AMI.
Está equipado con un motor de 6 kW, que equivalen a 8,2 CV, mientras que la batería de 5.5 kWh le permite conseguir una autonomía de 70 kilómetros, con un tiempo de carga de tres horas en un enchufe doméstico. Su velocidad máxima está limitada a 45 km/h, y aunque parezcan cifras muy bajas, son más que suficientes para moverse con libertad por las calles de cualquier ciudad.