Como seguro que sabes, el anticongelante tiene una función fundamental en el interior del bloque. Este líquido asegura el correcto funcionamiento del vehículo y es que sin él, el motor no se podría refrigerar ni disipar el calor.
Este motivo hace que sea muy importante colocar en tu coche un buen refrigerante que cumpla con los requisitos de cada modelo, como por ejemplo la capacidad de soportar temperaturas muy bajas o muy altas con el objetivo de evitar y prevenir la dilatación de partes del motor como el propio bloque o la culata.
En el mercado existe una gran variedad de anticongelantes, por lo que debes fijarte bien para evitarte algún que otro susto. La primera diferenciación que se debe tener en cuenta es es orgánico, híbrido o inorgánico. Aunque todos comparten la misma función y todos son válidos siempre y cuando estén certificados.
Anticongelantes orgánicos
Este tipo de anticongelante destaca por su mayor durabilidad, mejor concentración en algunos materiales, es más ecológico y además suele tener un punto de congelación más bajo, en muchos casos hasta un 50% de resistencia frente a sintéticos. Normalmente, la mejor opción es apostar por un anticongelante orgánico.
Por su parte, los inorgánicos ofrecen una menor durabilidad y su límite de congelación no llega a un punto tan bajo como el presente en la versión orgánica. Es también menos ecológico, pero es también más barato.
Es posible que también te estés preguntando por los diferentes colores y es que éstos hacen referencia al nivel de concentración que tienen aunque no siempre se cumple esta norma. Según la marca, es posible que los significados de los colores cambien entre verde, amarillo, rosa o incluso azul. En definitiva, los colores varían dependiendo de la marca y producto. Si quieres ir a lo seguro te recomendamos que te aprendas una marca de anticongelantes que te guste, como por ejemplo Repsol, para que de esta manera, sepas identificarlos automáticamente por colores.
Es posible que también hayas escuchado que se pueden mezclar los anticongelantes y lo cierto es que por poder se puede pero no es una práctica muy recomendable. Lo mejor que puedes hacer es utilizar siempre el mismo modelo pero si no te queda más remedio tendrás que mezclarlos. Eso sí, lo que no podrás hacer nunca es mezclar anticongelantes orgánicos con inorgánicos o incluso híbridos.
Ante cualquier duda, consulta con tu taller de confianza. ¡No te lo pienses dos veces!