El parque automovilístico español tiene un serio problema. Según los datos recopilados por Arval Mobility Observatory, la edad media de los coches en las carreteras españoles es de 14 años. Esto sucede en el año 2023, pero para comprender mejor la magnitud de este tema, hay que mirar la realidad que reflejaba la primera edición de este informe.
Este se publicaba en el año 2008 y señalaba que la edad media de los coches que circulan por nuestro país era de 8,3 años. Esto significa que a lo largo de estos dos años se ha incrementado considerablemente la antigüedad media de los coches en circulación en España.
Un problema real
Esto hace que la circulación por las carreteras no sea todo lo segura que debería ser. Los coches con más de 10 años no disponen de elementos de seguridad como los coches actuales. Si nos vamos a vehículos todavía más antiguos, además de la falta de elementos de seguridad, hay un serio desgaste de los componentes que puede llevar a incrementar el riesgo durante la circulación.
La venta de coches de segunda mano ha sido una de las protagonistas durante varios años. Y entre ellos, se está viendo que los coches con más de 10 años están llegando al mercado. Esto se debe sobre todo al precio, ya que son coches más económicos que los nuevos y los de segunda mano con menos antigüedad.
Este informe señala que en el año 2022, por cada coche nuevo se han vendido 2,3 vehículos usados. ¿Es esto malo? De entrada no. Es normal que un conductor novel tenga la opción de conducir un coche de segunda mano para comenzar su etapa como conductor. Pero para ello, hay que tener la certeza de que este coche tiene todas las garantías de seguridad.
Un coche antiguo no tiene que representar un riesgo para la circulación. El mantenimiento es importante y un coche revisado y que acuda al taller cuando lo necesita, es seguro. Pero otra de las cosas que se comprueban cada año es que el mantenimiento es, en la mayoría de los casos, insuficiente.
Cuanto más antiguo es un coche, más mantenimiento necesita y hay que vigilar más el desgaste de todos los componentes. También hay que recordar pasar la ITV todos los años y hacer caso a cualquier incidencia que se localice. Si se tiene en cuenta esto, se puede circular en un coche antiguo sin más problemas. Eso sí, conducir con un coche más moderno, siempre ayuda a mejorar la seguridad en carretera.