Ya sabes que desde este año todas las ciudades de más de 50.000 habitantes están obligadas a tener una Zona de Bajas Emisiones. En estas zonas se exige que los vehículos que circulen por ellas tengan etiqueta medioambiental de la DGT. En algunos casos, incluso exigen que se trate de vehículos con etiqueta ECO o 0.
Y por ese motivo, es el momento de comenzar a pensar si no resulta interesante hacerse con un coche con etiqueta ECO y aprovechar las ventajas que ofrecen estos vehículos en estas zonas de circulación restringida. Pero estos coches son caros y esto puede hacer que muchas personas se cuestionen si vale la pena comprarlo. ¿Y si te contamos que hay una manera de convertir tu coche de gasolina en un coche que funcione con Gases Licuados del Petróleo (GLP)?
De esta manera se puede conseguir la etiqueta ECO de la DGT y circular sin restricciones por las calles de cualquier ciudad. Y esto, además, es un proceso que se puede hacer en poco tiempo y que no tiene un coste muy elevado.
Así se puede conseguir un coche de gasolina con etiqueta ECO
El motor de gasolina puede adaptarse para su uso con GLP de manera muy sencilla. Hay muchos talleres que realizan esta conversión y que instalan un kit de GLP en tu coche de gasolina. Se trata de una operación gracias a la que se añade al coche un depósito para el GLP y se instalan las conexiones con el motor.
Este es capaz de funcionar con GLP con una pequeña modificación y una vez homologada, se puede conseguir la etiqueta mediambiental ECO sin más problemas.
El nivel de emisiones se reduce de manera considerable y permite que sean vehículos aptos para lucir esa etiqueta. El coste de esta operación está comprendida entre 1.500 y 3.000 euros, según las características del coche. Además, ofrece otra ventaja, porque el precio del GLP es sensiblemente inferior al de la gasolina.
Mientras que el litro de gasolina está alrededor de 1,6 euros, a fecha de febrero de 2023, el litro de GLP es de 1 euro el litro, más o menos. Eso sí, el rendimiento energético del GLP es inferior al de la gasolina. Esto quiere decir que con un litro de GLP se recorre un 90% de lo que se puede recorrer con un litro de gasolina.
Aún y con eso, puede ser mucho más económico y funcional utilizar el GLP como combustible para tu coche de gasolina. Además, después de la conversión, se dispone de dos depósitos, uno para cada producto. Así, cuando se acaba el gas, se puede seguir circulando con la gasolina. Y es sencillo de repostar, porque hay bastantes estaciones de servicio que cuentan con surtidor de GLP. Pero si no la hay, se puede funcionar con gasolina.