lunes, 29, abril

Conducción sostenible, seguridad y ahorro de combustible

En otros artículos hemos hablado cómo conducir en circunstancias adversas, como es el hielo o cuando hace calor extremo. Pero no hace falta que se conduzcan por esos escenarios para que tengas que extremar las precauciones. Siempre es una buena idea realizar una conducción sostenible, porque no se hace de manera más segura, sino que además se consigue ahorrar una buena cantidad de combustible, algo que es bastante interesante.

Realizar una conducción sostenible no solo hace que se circule con más seguridad, sino que además se ahorra combustible y además se evita la emisión de gases contaminantes. Los acelerones y los frenazos hacen que se consuma más combustible y se emitan más gases contaminantes. Así que tenemos que olvidarnos de esa manera agresiva de conducir y procurar hacerlo con una velocidad constante y frenando poco a poco.

Conducción sostenible

Para conducir de forma sostenible hay que tener en cuenta varias cosas, que te vamos a señalar para que las pongas en práctica.

  • Controla bien el acelerador y el freno: Conducir a una velocidad constante y adecuada evita que se tenga que pisar el freno de golpe. Esto es fundamental, porque ayuda a frenar con tiempo si es necesario y no forzar un frenazo de golpe. Además, al contener la aceleración, no se produce tanto consumo de combustible ni se emiten gases contaminantes.
  • Vigila el estado de los neumáticos: Los neumáticos son muy importantes. Circular con unos neumáticos con una presión inadecuada puede llevar a que se necesite una mayor cantidad de combustible, con todo lo que esto conlleva. Además, esto tiene otros problemas, ya que pone en riesgo la seguridad del vehículo. Hay que revisar los neumáticos al menos una vez al mes y siempre que se vaya a realizar un viaje largo.
  • Controla la carga: La carga provoca un mayor consumo por el peso. Muchas veces dejamos olvidados en el maletero una mochila, una caja o una maleta. Aunque su peso sea poco, causa un mayor consumo. Si además no está bien colocada, esa carga extra puede provocar que se pierda el control del coche. No hay que dejar nada olvidado en el maletero y mucho menos en los asientos traseros.
  • Circula con las ventanillas cerradas: Circular con las ventanillas cerradas evita que haya una mayor resistencia al aire. Esta puede provocar que haya un consumo mayor. Si se está circulando a una velocidad baja, que no supere los 80 km/h, puede representar poca diferencia, pero si se supera esta velocidad, es mejor cerrar las ventanillas. Incluso con el aire acondicionado se consume menos combustible.
  • Realizar el mantenimiento del coche: Si el motor y el resto de elementos están correctos, funcionarán mejor y el consumo se ajustará a lo normal. Si en la revisión de mantenimiento se detecta algún problema, este se puede solucionar y evitará un mayor consumo y más emisiones contaminantes.

Siguiendo todos estos consejos, conseguirás reducir el consumo y las emisiones contaminantes, pero también el desgaste de las piezas del coche. No es que se trata de un gran ahorro, pero si se suman todos los litros de combustible que no se consumen de más al cabo de año y las emisiones que se evitan, la cuenta sale en positivo para el usuario.

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