Con el tiempo tan indeseable que ha hecho y con las duras nevadas han surgido numerosas dudas alrededor del coche. Y es que, por norma general, no estamos acostumbrados a hacer frente ni a la nieve ni a las bajas temperaturas, motivo por el que no sabemos reaccionar bien ante determinadas circunstancias ni resolver ciertas dudas que pueden marcar la diferencia entre que nuestro coche funcione bien o no.
Una de las más recurrentes es la de si se puede congelar el combustible, algo que podría resultar fatal y que ronda nuestra mente cuando dejamos el coche a la intemperie afrontando temperaturas muy bajas. Y es que, dado el contexto que se ha vivido durante estos primeros compases del 2021, es normal plantearnos esta situación.
¿Realmente se puede congelar el combustible?
Resulta lógico estar preocupado, puesto que con bajas temperaturas como las que se han experimentado a principios del mes de enero podemos esperar que todo líquido se congele, incluido el combustible de nuestro coche. Sin embargo, y pese al miedo que puede generar esta situación, no debemos de preocuparnos demasiado si tenemos un coche gasolina.
Esto se debe a que la temperatura de congelación de la gasolina se sitúa en los -107ºC. Cierto es que podremos experimentar alguna dificultad a la ahora de arrancar en momentos de frío extremo, pero el combustible no debería ser una de nuestras preocupaciones.
Sin embargo, un vehículo diésel sí que está más expuesto a padecer problemas cuando el invierno acecha. Y es que dicho combustible empieza a perder efectividad a temperaturas de -10ºC en caso de estar haciendo uso de diésel de verano, mientras que el del invierno aguanta hasta los -17ºC sin experimentar problemas.
En esta caso, es posible que el combustible no llegue bien hasta los cilindros o al menos no del todo pulverizado. De ser así, se puede encender en el cuadro de mandos el testigo de avería motor así como un comportamiento más abrupto del coche y también dificultades para arrancarlo.
Pero ¿qué podemos hacer para evitar dicha situación? Lo más aconsejable es guardar el coche en un garaje para resguardarlo de las bajas temperaturas. En caso de que eso no sea posible, es aconsejable buscar lugares resguardados de las heladas y que puedan cobijar, en cierta manera, a nuestro vehículo.