Pinchar una rueda es uno de los imprevistos más comunes de hoy en día y más después de haber padecido un confinamiento y tener a nuestro coche durante muchos meses parados. En diversas ocasiones, esto no solo generará un problema y un contratiempo, sino también que podrá crispar nuestros nervios debido a que no sepamos muy bien cómo actuar ante dicha situación.
Pero no os preocupéis, ya que la situación, aunque sea algo engorrosa e incómoda, tiene fácil solución. Con esta premisa, os vamos a dar una serie de consejos para no solo realizar la maniobra con seguridad, sino también para salir airosos de la situación.
Busca un lugar seguro
En la mayoría de los casos pincharás en plena carretera o ciudad, por lo que es importante buscar un lugar seguro para poder cambiar la rueda. No fuerces el vehículo, ya que circular durante muchos kilómetros con una rueda en ese estado puede resultar fatal, así que busca el lugar más apartado del tráfico y cercano a tu situación posible.
Una vez que lo tienes coloca los triángulos de emergencia, enciende los cuatro intermitentes y ponte el chaleco reflectante. De esta forma todos los usuarios de la vía serán conscientes de que hubo algún tipo de altercado y serán más precavidos, lo que también ayuda a velar por tu propia seguridad.
Recurre al manual de instrucciones de tu coche
Cada coches es un mundo y lo mejor que puedes hacer por muy obvio que parezca cambiar una rueda es recurrir al manual de instrucciones. En él encontrarás una explicación detallada del funcionamiento del gato o del kit antipinchazos en caso de que tu coche no lleve rueda de repuesto.
Y es que todo coche cuenta con un punto específico para apoyar el gato y ejercer fuerza con él. Es de vital importancia que lo encontremos puesto que de lo contrario podemos dañar los bajos del coche e incluso la carrocería.
Utiliza algo para poder hacer tope en la rueda en diagonal a la pinchada
Bien, ya tienes localizado el punto de apoyo del gato y este en posición, pero no tan rápido. Es altamente recomendable buscar un taco de madera o una piedra para poner en la rueda que esté en diagonal con la que se ha pinchado.
Esto se debe a que, cuando elevemos el coche con el gato, gran parte del peso se distribuirá hacia la rueda que se encuentre en diagonal con esta. Con esta premisa, el coche puede caer de repente aunque tengamos el freno de mano echado y la primera velocidad engranada.
Afloja las tuercas antes de levantar el coche
Es importante aflojar las tuercas con el coche aún completamente apoyado en el suelo. Y es que estas suelen estar muy duras, lo que nos va a obligar a ejercer mucha fuerza incluso con los pies. De esta forma, nos evitamos propinarle al coche un fuerte vaivén mientras está levantado con el gato, lo que podría provocar que este cediese y cayese de golpe al suelo.
Quita la rueda con delicadeza y termina de atornillar las tuercas con el coche apoyado en el suelo
No hay que ser bruscos con la maniobra. Una rueda pesa, así que es mejor siempre contar con ayuda para extraerla sin problema alguno. Hazlo con delicadeza y evita movimientos bruscos que se puedan transmitir a la carrocería. Coloca la rueda de galleta debajo del coche junto al gato una vez levantado para extraer la rueda pinchada, algo que nos podrá evitar que el coche toque el suelo en caso de que el gato falle.
Colocadla en su sitio y empezad a atornillar las tuercas manualmente. Apretadlas lo suficiente para que la rueda se quede sujeta al coche y soporte su peso, pero el último golpe de fuerza con la llave dadlo una vez este otra vez apoyado en el suelo por la misma razón de antes: es necesario ejercer bastante fuerza para terminar de acoplarla.
Guarda la rueda pinchada en el hueco de la de repuesto y sigue las instrucciones del fabricante
Una vez que habéis cambiado por completo la rueda y ya tenéis fuera la pinchada, es hora de colocarla en el mismo sitio donde estaba la de repuesto. Puede que sus dimensiones no nos permitan encajarla del todo, pero es mejor que llevarla suelta en el interior o en el maletero.
También es importante seguir a rajatabla las recomendaciones del fabricante en cuanto a la circulación con la rueda de repuesto se refiere. Y es que debemos de tener en cuenta que el diámetro del neumático es inferior al de las demás ruedas, por lo que no es recomendable exceder la velocidad.