Las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina: cenas de empresa, reuniones familiares, brindis y celebraciones que llenan de alegría el final del año. Pero también son fechas en las que aumentan los desplazamientos, las prisas y, lamentablemente, los accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol y otras drogas.
Por eso, un año más, la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda un mensaje que nunca pierde vigencia: “Si bebes, no conduzcas”. Una frase sencilla, pero que puede salvar vidas.
El peligro invisible del alcohol al volante
El alcohol sigue siendo una de las principales causas de siniestros mortales en carretera. Según los últimos datos de la DGT, cerca del 30% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico habían consumido alcohol o drogas.
Con apenas una copa, la capacidad de reacción se reduce, los reflejos se ralentizan y la percepción del entorno se distorsiona.
A 90 km/h, una reacción un segundo más lenta puede significar recorrer 25 metros a ciegas antes de frenar.
Por eso, aunque la ley fija el límite en 0,25 mg/l de alcohol en aire espirado (0,15 mg/l para conductores noveles y profesionales), los expertos son claros: la única tasa segura es 0,0.
Controles especiales esta Navidad
Durante estas fiestas, la DGT y los cuerpos de seguridad intensificarán los controles de alcohol y drogas en todo tipo de vías: autopistas, carreteras secundarias y entornos urbanos.
Los operativos serán sorpresivos y aleatorios, con el objetivo de disuadir y detectar a quienes ponen en riesgo su vida y la de los demás.
Además, este año se incorporan más puntos de control móviles y patrullas camufladas, especialmente en noches clave como Nochebuena, Nochevieja y Reyes.
El mensaje de Tráfico es claro: no hay excusas ni tolerancia. Si tienes pensado beber, deja el coche en casa, usa transporte público o designa un conductor alternativo.
No solo el alcohol: cuidado con los medicamentos y las drogas
Cada vez más conductores dan positivo no solo en alcohol, sino también en drogas o sustancias psicoactivas, especialmente cannabis y cocaína.
Estas sustancias alteran gravemente la atención, la percepción del tiempo y la coordinación motora.
Incluso algunos medicamentos habituales pueden tener efectos similares. Por eso, antes de conducir, es fundamental leer el prospecto y evitar cualquier fármaco que afecte la capacidad para conducir.
Una decisión que puede cambiarlo todo
Detrás de cada accidente hay historias que no deberían repetirse: familias rotas, proyectos truncados, vidas que se apagan en segundos.
La mayoría de los siniestros relacionados con el alcohol ocurren a menos de 15 km del destino, cuando el conductor “ya casi había llegado”.
Por eso, estas Navidades, más que nunca, vale la pena recordar que la carretera no perdona.
Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas no es un error puntual: es una irresponsabilidad que puede tener consecuencias irreversibles.
Disfruta con cabeza
Celebrar y disfrutar no está reñido con ser responsable.
Si vas a conducir:
- No bebas ni consumas drogas, ni siquiera una copa.
- Planifica el regreso con antelación: taxi, transporte público, conductor designado o apps de movilidad.
- Descansa bien antes de ponerte al volante.
- Evita distracciones: el móvil y el volante no son compatibles.
Estas Navidades, el mejor regalo es llegar a casa.
En resumen
El mensaje es tan sencillo como urgente: si bebes, no conduzcas.
Ni una copa, ni un brindis de más, ni “solo un trayecto corto”.
La carretera no perdona, pero tú sí puedes elegir hacerlo bien:
celebra, brinda, disfruta… y deja el coche aparcado.

