El Mercedes GLB siempre fue el “compacto grande” de Mercedes‑Benz: formato manejable por fuera, espacio familiar por dentro y una tercera fila que solucionaba vidas. La nueva generación da el salto a lo 100% eléctrico y, lejos de perder funciones, las multiplica. La receta combina tracción trasera o total, batería útil de 85 kWh, arquitectura de 800 V para cargar muy rápido y un cerebro nuevo (MB.OS) que actualiza el coche con el tiempo. El resultado es un SUV que sirve para el día a día urbano, que se atreve con viajes largos sin rehenes del enchufe y que mantiene el lado práctico que hizo popular al modelo.

Por dentro, lo importante es cómo se usa el espacio. Puedes elegir cinco o siete plazas y, en ambos casos, la sensación es de cabina bien pensada, con más altura libre, banqueta trasera mejor resuelta y una tercera fila que cumple con niños o usos puntuales. La modularidad se apoya en un maletero trasero de 540 litros en la versión de 5 plazas (480 l con 7), ampliable hasta 1.715/1.605 l, y un frunk de 127 litros, perfecto para cables, mochilas o el abrigo que siempre estorba. Entre segunda y tercera fila caben cuatro sillas infantiles y todavía queda la opción de montar otra en el asiento del acompañante: detalle menor para unos, decisivo para otros. Todo se remata con soluciones de uso diario que no hacen ruido, pero marcan diferencia.

Alta eficiencia en marcha y alta potencia de carga en ruta
La parte eléctrica se entiende mejor pensando en ritmo de viaje. Con 800 V y hasta 320 kW en corriente continua, el GLB es capaz de recuperar unos 260 km WLTP en 10 minutos, siempre que el punto lo permita. En casa o en el trabajo, el AC de hasta 22 kW llena la batería durante la noche o una jornada. El GLB 250+ (propulsión trasera, 200 kW/272 CV) declara hasta 629 km WLTP con promedios de 15,9–18,3 kWh/100 km; el GLB 350 4MATIC (260 kW/354 CV) se mueve en 521–613 km y 16,0–18,6 kWh/100 km. La velocidad máxima está fijada en 210 km/h y el 0–100 queda en 7,4 s (250+) o 5,5 s (350).

Al volante, cada versión tiene su tono. El GLB 250+ apuesta por la eficiencia y la suavidad de un tracción trasera largo de paso, ideal para familias que suman kilómetros entre ciudad y autovía. El GLB 350 4MATIC añade motor delantero cuando hace falta y reparte el empuje con discreción; el Terrain Mode ajusta motor, dirección y frenos en pistas o firmes rotos, y el “Capó Transparente” —una proyección de lo que hay bajo el frontal— ayuda a colocar el coche con precisión cuando el terreno engaña. La suspensión con amortiguación adaptativa busca ese punto de confort en bache corto sin perder apoyo cuando llegan las curvas. Y, algo poco habitual en eléctricos de este tamaño, la capacidad de remolque llega a 2.000 kg con 100 kg admisibles en la bola, suficiente para una caravana o un portabicis serio.

El diseño no pretende disfrazar lo que es. Mantiene proporciones SUV de verdad —parabrisas casi vertical, voladizos contenidos, protecciones visibles— y estrena una parrilla con 94 estrellas LED (con estrella central iluminada según mercado). El techo panorámico viene de serie y, a partir de 2026, se podrá pedir el SKY CONTROL, un cristal capaz de volverse opaco o transparente al instante y que, de noche, luce un cielo de estrellas luminosas sobre la cabina. Dentro, la consola flotante, el nuevo volante y una paleta de materiales más cuidada evocan esa estética “cocina bien diseñada” que mezcla forma y función sin estridencias.

La tecnología da el salto que se esperaba. El ecosistema MB.OS convierte al coche en un dispositivo vivo. Las actualizaciones OTA van llegando para pulir asistentes, infotainment o gestión energética sin pasar por taller. La Superscreen MBUX opcional reúne tres pantallas bajo un mismo cristal —10,25” para el conductor y dos de 14” para centro y pasajero—, con gráficos en tiempo real, una capa principal que te ahorra menús y carpetas que organizas como en el móvil. Vuelven controles físicos inteligentes: rueda de volumen y conmutador dedicado para las funciones de DISTRONIC/limitador, una petición histórica de clientes. El nuevo Asistente Virtual MBUX usa IA generativa y se entiende con servicios de Google para una navegación con Electric Intelligence que planifica la ruta más rápida con paradas de carga optimizadas y preacondiciona la batería antes de llegar al cargador.

La seguridad es un bloque que no se ve, pero se nota. Europa recibe DISTRONIC de serie y un hardware con cámaras, radares y ultrasónicos que alimentan las ayudas de conducción con margen de futuro. El ordenador principal va refrigerado por agua y está preparado para funciones que se activarán más adelante desde la tienda de extras digitales. En familia, suma puntos prácticos: múltiples ISOFIX, buena visibilidad a 360º con cámaras, y una iluminación que apuesta por ver y dejarse ver sin deslumbrar.
No sólo eléctricos. Al igual que el CLA, el GLB contará con motores híbridos
También hay plan a medio plazo para quien no quiera o no pueda dar el salto a lo 100% eléctrico desde el primer día. El desembarco europeo arranca en primavera de 2026 con los GLB 250+ y GLB 350 4MATIC; más adelante se añadirá un eléctrico de acceso y llegarán versiones híbridas con red de 48 V y motor eléctrico integrado en la transmisión. La gama crece por arriba y por abajo para cubrir más bolsillos y perfiles de uso. En cuanto a precios, Mercedes‑Benz no los ha comunicado aún para Europa en esta fase. La marca los hará públicos con la apertura de pedidos próxima al lanzamiento y podrán variar por mercado, impuestos y equipamiento.


