Toyota ha presentado en el Japan Mobility Show 2025 el nuevo Land Cruiser FJ, un modelo que amplía la gama Land Cruiser con una reinterpretación del espíritu más esencial y libre del mítico todoterreno. Con lanzamiento previsto para mediados de 2026, el FJ se integra en una familia que ya cuenta con tres ramas claras: el Land Cruiser 300 (tope de gama y tecnológico), el 70 Series (industrial y de trabajo) y el 250 Series (de vocación clásica y sencilla). El nuevo FJ llega para aportar “Freedom & Joy”, la libertad y el placer de conducir un Land Cruiser en clave más accesible, ágil y personalizable, conservando la fiabilidad, durabilidad y capacidad off-road que han hecho del modelo un icono mundial durante más de 70 años.

Diseño y filosofía: una reinterpretación moderna del mito FJ
El Land Cruiser FJ se inspira en las generaciones más clásicas de la saga, recuperando proporciones cuadradas, pasos de rueda bien marcados y faros redondos. Su carrocería mide 4.575 mm de largo, 1.855 mm de ancho y 1.960 mm de alto, con una batalla de 2.580 mm, dimensiones que lo sitúan justo por debajo del Land Cruiser 250, con el que comparte base estructural IMV, pero con 270 mm menos de distancia entre ejes para ganar agilidad. El resultado es un todoterreno compacto, sólido y funcional, con una figura tipo “dice motif” (cubo con bordes biselados) que transmite robustez y sencillez.

Los paragolpes delantero y trasero son modulares y desmontables por secciones, permitiendo reemplazar sólo la parte dañada o incluso personalizarlos. Toyota ha diseñado el FJ con una clara vocación de customización, ofreciendo MOLLE panels interiores y exteriores para acoplar equipamiento de aventura, desde herramientas a accesorios outdoor. El interior sigue la misma lógica funcional: un salpicadero horizontal para facilitar la lectura del terreno, mandos agrupados para reducir movimientos de la vista y una posición de conducción con buena visibilidad gracias a un capó bajo y línea de cintura reducida.

A pesar de su enfoque rudo, incorpora Toyota Safety Sense, el paquete avanzado de seguridad activa de la marca, con sistema precolisión, asistente de mantenimiento de carril y control de crucero adaptativo, entre otros.
Mecánica y capacidades todoterreno: herencia pura Land Cruiser
El nuevo Land Cruiser FJ emplea el motor 2TR-FE, un 2.7 litros gasolina de cuatro cilindros con 120 kW (163 CV) y 246 Nm de par, asociado a una transmisión automática de seis relaciones (6 Super ECT) y a un sistema de tracción 4×4 conectable (part-time). Aunque no hay aún versiones electrificadas confirmadas, Toyota podría incorporar en el futuro variantes híbridas o turbodiésel en función de los mercados.

El chasis, derivado del de la serie IMV (usado en Hilux y Fortuner), ha sido reforzado con barras inferiores y una carrocería de mayor rigidez, lo que mejora la estabilidad y el control tanto en pista como en carretera. Toyota anuncia una articulación de ruedas equivalente a la del Land Cruiser 70, una cifra de radio de giro de sólo 5,5 metros y unos ángulos de ataque y salida optimizados para conducción off-road exigente. El resultado es un todoterreno genuino, pero más manejable y ligero, pensado para quienes buscan auténtica capacidad 4×4 sin el tamaño o el precio de un 250 o 300.
Durante el desarrollo se realizaron pruebas off-road intensivas, centradas en fiabilidad y durabilidad reales, dos atributos que Toyota reivindica como el “ADN Land Cruiser”: la capacidad de llegar a cualquier sitio y regresar con seguridad.

Personalización, movilidad y posicionamiento frente a rivales
El Land Cruiser FJ ha sido concebido también como un vehículo modular y recreativo. Toyota prevé lanzar un catálogo de accesorios específicos (barras, portaequipajes, protecciones, luces adicionales, adhesivos temáticos) que se ofrecerán progresivamente tras su llegada al mercado. En algunos prototipos se muestra con accesorios “Overseas Customized Specification” que refuerzan su imagen aventurera. La marca japonesa además acompañará el lanzamiento con el Land Hopper, un vehículo personal eléctrico plegable diseñado para caber en el maletero del FJ y permitir desplazamientos por senderos o entornos naturales una vez se ha estacionado el coche. Es un guiño directo a la movilidad recreativa y sostenible que Toyota quiere asociar a su gama Land Cruiser del futuro.
Frente a la competencia, el nuevo Land Cruiser FJ se situará como una alternativa más compacta y racional al Jeep Wrangler, Ford Bronco o Land Rover Defender 90, combinando auténtica capacidad off-road con menor coste operativo y un enfoque de diseño funcional. Su mecánica atmosférica de 163 CV no busca prestaciones puras —queda por debajo de los 200 CV de sus rivales directos—, pero ofrecerá mantenimiento sencillo y durabilidad superior, cualidades muy valoradas en mercados donde el Land Cruiser ha sido sinónimo de herramienta de trabajo y aventura fiable.

En el plano de posicionamiento, Toyota persigue con el FJ atraer a un público joven y entusiasta del outdoor que valora más la experiencia y la versatilidad que el lujo o la potencia. Su lanzamiento en Japón y mercados seleccionados a mediados de 2026 marcará un paso más en la estrategia de Toyota por diversificar la familia Land Cruiser, uniendo las versiones 250 (racional), 300 (premium) y 70 (industrial) bajo una misma identidad técnica y emocional. En un contexto donde la mayoría de SUV se alejan del barro, el FJ devuelve al Land Cruiser su sentido original: un vehículo hecho para llegar lejos, disfrutar y volver.


