domingo, 10, agosto

Mercedes desvela la primera imagen oficial del GLC 2025, ¿acertará la marca con el cambio de estilo?

Mercedes-Benz ha presentado el primer anticipo oficial del nuevo GLC con EQ Technology, la versión completamente eléctrica de su SUV más vendido en Europa. Pero lejos de ser un simple cambio de motorización, este modelo representa un punto de inflexión para la marca en múltiples niveles: diseño, plataforma, digitalización, posicionamiento de gama y estrategia industrial. El GLC eléctrico no sustituye directamente al EQC, ni replica al GLC térmico: inaugura una nueva generación de productos eléctricos, construidos desde cero sobre fundamentos tecnológicos y estéticos propios.

Un cambio de estilo para unificar térmicos y eléctricos

La imagen oficial publicada por Mercedes muestra por primera vez la denominada “iconic grille”, una reinterpretación contemporánea de la parrilla frontal clásica de la marca, que conserva el marco cromado pero lo combina con un entramado translúcido de efecto cristal ahumado y un sistema de iluminación completamente integrado. Este elemento, que puede incluir de forma opcional 942 puntos LED animados individualmente, simboliza el abandono de la estética diferencial de la gama EQ en favor de una identidad de marca unificada, coherente entre vehículos térmicos y eléctricos. Se trata de una de las transformaciones más profundas en el lenguaje visual de la firma desde la era Bruno Sacco, y se encuadra dentro de la evolución del concepto Sensual Purity, que apuesta ahora por la simplificación gráfica, las líneas tensas y un uso funcional de la iluminación como herramienta de carácter.

Pero si el frontal es la declaración estética, el cambio estructural más relevante está en la base técnica del vehículo: el nuevo GLC con EQ Technology será el primer modelo de producción de Mercedes en utilizar la plataforma MB.EA Medium, desarrollada exclusivamente para vehículos eléctricos de segmentos medios y altos. Esta arquitectura, compatible con una gama completa de carrocerías y niveles de tracción, se basa en una estructura de 800 V, con inversores de carburo de silicio (SiC), baterías de alta densidad energética, y la posibilidad de integrar una transmisión de dos velocidades en el eje trasero para mejorar la eficiencia a alta velocidad, una solución que hasta ahora solo se había visto en deportivos eléctricos o vehículos comerciales de gran tonelaje.

La capacidad de batería se estima entre 94 y 100 kWh útiles, con autonomías que superarán los 650 km en ciclo WLTP, gracias también a la incorporación del sistema DCU (Disconnection Unit) que permite desacoplar el motor delantero cuando no es necesario, reduciendo pérdidas por arrastre y mejorando la eficiencia general. El sistema de tracción total 4MATIC se ha rediseñado por completo, siendo ahora capaz de distribuir el par con total independencia entre ejes, y adaptarse en tiempo real a condiciones de baja adherencia, demanda energética o preferencias del conductor. Estas funciones fueron validadas en un programa de desarrollo invernal en el círculo polar ártico, en Arjeplog, donde los prototipos del GLC eléctrico demostraron un comportamiento notablemente más estable y eficiente que sus equivalentes térmicos.

Junto a la arquitectura física, el GLC será también el primer Mercedes-Benz en integrar el sistema operativo propietario MB.OS, que actuará como núcleo central del vehículo, orquestando desde la gestión de potencia y seguridad hasta la interfaz de usuario y la conectividad exterior. MB.OS ha sido desarrollado internamente y permitirá a Mercedes escalar funciones digitales, integrar servicios propios y de terceros, y ejecutar actualizaciones de software OTA (Over The Air) para prácticamente cualquier componente del vehículo. Este sistema es también el primer paso hacia una infraestructura digital que permitirá la conducción autónoma de nivel 3 o superior, basada en redundancia de sensores, mapeado en alta definición y algoritmos de IA adaptativos.

En el habitáculo, se anticipa una evolución del MBUX Hyperscreen, ahora completamente rediseñado para MB.OS. La pantalla de una sola pieza recorrerá el salpicadero de lado a lado, con zonas diferenciadas para instrumentación, navegación, funciones multimedia y control del pasajero delantero. Las superficies serán táctiles y hápticas, pero también complementadas con reconocimiento de gestos y comandos de voz naturales, con un motor de IA que aprenderá hábitos de uso, preferencias y contextos para ofrecer sugerencias proactivas. Este enfoque responde a una visión en la que el vehículo no solo responde a las órdenes del usuario, sino que anticipa necesidades en función del entorno, la rutina y el estilo de conducción.

La elección del GLC como modelo inaugural de esta nueva era no es casual. El GLC ha sido, desde 2016, el SUV más vendido de la marca, y una de las principales fuentes de rentabilidad dentro del segmento D premium. En Europa, ha liderado consistentemente frente a rivales como el BMW X3 y el Audi Q5, especialmente en versiones híbridas enchufables. Su adaptación al eléctrico puro llega en un momento clave: la demanda de SUV medianos eléctricos está creciendo rápidamente, con modelos como el Tesla Model Y, el Volvo EX60 o el futuro BMW iX3 (2025) compitiendo por el mismo cliente. Mercedes no solo aspira a mantener su cuota, sino a reposicionar el GLC como referente absoluto del segmento eléctrico premium de acceso alto, un espacio donde se combina eficiencia, experiencia digital, prestaciones y valor de marca.

Este nuevo GLC eléctrico forma parte de una estrategia mayor que Mercedes ha definido como su “segunda fundación eléctrica”. Tras una primera etapa marcada por la gama EQ (EQC, EQS, EQB…), que intentó diferenciar visual y funcionalmente a los eléctricos del resto de la gama, la marca ha optado ahora por una estrategia de integración total: mismo diseño base, mismas denominaciones, pero plataformas y tecnologías 100 % dedicadas. La familia MB.EA, que se completará con variantes Large y Performance, será el nuevo estándar técnico de Mercedes-Benz entre 2025 y 2030, mientras que MB.OS constituirá la base digital sobre la que se construirá toda la experiencia de usuario, conectividad y automatización.

Este enfoque responde también a una corrección interna de estrategia, reconocida incluso por la alta dirección del grupo. Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, ha admitido en diversas entrevistas que la estrategia EQ no logró el impacto esperado, ni en términos de identidad ni de escalabilidad. El nuevo enfoque abandona la “doble vía” para abrazar una arquitectura común, con costes racionalizados, diseño coherente y posicionamiento más sólido frente a la competencia. A nivel industrial, esto se traduce en una reconfiguración de la red de producción global: Mercedes operará más de 30 plantas en 4 continentes, todas adaptadas a la fabricación flexible de plataformas eléctricas, con un suministro verticalizado de baterías en Europa, Asia y América del Norte.

El nuevo GLC eléctrico será presentado oficialmente el 7 de septiembre de 2025 en el IAA Mobility de Múnich, y su lanzamiento comercial en Europa se espera para finales de 2025 o primer trimestre de 2026, comenzando con versiones como el GLC 400 4MATIC EQ Technology, que ofrecerá tracción integral, más de 400 CV de potencia, 650+ km de autonomía y toda la carga tecnológica mencionada. Posteriormente se sumarán variantes menos potentes y, previsiblemente, versiones deportivas AMG y SUV cupé.

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