viernes, 11, julio

Este es el nuevo SUV que volverá a tirar del carro en Mercedes

El SUV superventas se reinventa como buque insignia de la electrificación. Con más de una década de liderazgo en el segmento D-SUV, el Mercedes-Benz GLC afronta un punto de inflexión histórico: la electrificación total. El nuevo modelo, actualmente en fase final de desarrollo y pruebas extremas, marcará un antes y un después para el SUV más vendido de la marca. Y lo hará no como una conversión, sino como un BEV concebido desde cero. Un modelo que no solo se electrifica, sino que se reposiciona como escaparate tecnológico de Mercedes-Benz, anticipando la filosofía que impregnará a la nueva generación de vehículos eléctricos del fabricante alemán.

Desde el punto de vista técnico, el nuevo GLC eléctrico —cuyo debut mundial está previsto para el Salón IAA de Múnich el 7 de septiembre de 2025— se desarrolla sobre una arquitectura de 800 voltios y cuenta con dos motores eléctricos independientes, uno por eje, junto con una batería de última generación con distintas químicas según la versión. La versión tope de gama, GLC 400 4MATIC, podrá cargar a más de 320 kW, lo que le permitirá recuperar 260 km de autonomía en solo 10 minutos, gracias a su compatibilidad con estaciones de carga rápida y a la gestión térmica avanzada de la batería.

La experiencia digital en el GLC no será menor: Mercedes-Benz lo ha dotado de MB.OS, el nuevo sistema operativo propio desarrollado en Sindelfingen, que soportará funciones de infoentretenimiento, conectividad y asistencia a la conducción. Todo ello se visualiza mediante la pantalla curva MBUX Hyperscreen, que ofrece una interacción fluida y predictiva con el conductor, con IA integrada, personalización contextual y múltiples actualizaciones OTA.

El GLC eléctrico es también el primer modelo de la marca que adopta una nueva identidad de diseño frontal específica para eléctricos, adelantando el lenguaje estético que veremos en futuras berlinas y SUV compactos. El diseño será funcional: la carrocería incluye elementos aerodinámicos activos, como tomas de aire controladas electrónicamente y carenados inferiores para reducir el coeficiente de resistencia (Cx), con el objetivo de mejorar la eficiencia a alta velocidad.

Desarrollo en climas extremos y arquitectura técnica: eficiencia, tracción y gestión térmica

Durante los primeros meses de 2025, el GLC eléctrico ha sido sometido a una fase intensiva de validación en climas extremos, en las pistas heladas de Arjeplog (Suecia), donde Mercedes-Benz lleva décadas probando todos sus modelos. Allí, los prototipos, aún camuflados, enfrentaron temperaturas de hasta -25 °C, hielo puro y nieve profunda. Estos ensayos no se limitan al comportamiento dinámico: también se evalúan la recuperación energética, la respuesta del sistema de frenado electrónico, la gestión térmica de la batería y el funcionamiento del climatizador bajo carga parcial.

El nuevo GLC BEV utiliza un sistema de tracción total 4MATIC específico para eléctricos, en el que el eje delantero puede desacoplarse mediante un sistema Disconnect Unit (DCU) para optimizar la eficiencia. El eje trasero cuenta con una unidad motriz con transmisión de dos velocidades, desarrollada íntegramente por Mercedes-Benz, que mejora el rendimiento en distintas condiciones de carga y velocidad.

La gestión del par se realiza de forma independiente para cada motor, permitiendo una distribución totalmente variable y una respuesta inmediata en condiciones de baja adherencia. El ESP y el control de tracción están calibrados con precisión para conducción sobre hielo, combinando seguridad y placer de conducción incluso en condiciones extremas.

En lo relativo al confort, el nuevo GLC eléctrico incorpora de serie un sistema de climatización con bomba de calor aire-agua, capaz de gestionar tres fuentes de calor: el motor eléctrico, la batería de alta tensión y el aire ambiente. Este sistema permite ahorros energéticos del 66 % frente a resistencias convencionales, y garantiza tanto un interior confortable como una batería precalentada a su rango óptimo antes de sesiones de carga rápida, mejorando los tiempos de carga reales en frío.

Mercedes ofrecerá diferentes configuraciones de batería en función de la versión, con distintas capacidades energéticas y arquitecturas de celda. La versión más avanzada utilizará ánodos enriquecidos con óxido de silicio para aumentar la densidad gravimétrica. El uso de inversores de carburo de silicio en ambas unidades motrices permite mayores rendimientos eléctricos con menores pérdidas térmicas.

A nivel de validación, el GLC eléctrico ha sido sometido a más de 500 pruebas estándar de calidad de Mercedes-Benz, a las que se suman 100 pruebas específicas de propulsión eléctrica, centradas en estrategias de recuperación, comportamiento en frío, ciclos de carga rápida, calibración de ESP, gestión de cables y durabilidad de eDrive.

Suspensión de clase S, plataforma de gran espacio y capacidades superiores

El nuevo GLC eléctrico comparte algunos de los elementos técnicos de modelos superiores como el EQS o el EQE. Entre ellos, destaca la disponibilidad de la suspensión neumática AIRMATIC, incluida en el paquete Agility & Comfort. Esta tecnología, heredada del segmento superior, permite un control preciso de la altura y la dureza de la amortiguación, lo que se traduce en un nivel de confort y estabilidad inédito en su clase. El sistema se combina con dirección en el eje trasero con hasta 4,5° de giro, mejorando notablemente el radio de giro en ciudad y la estabilidad a alta velocidad.

Gracias a una batalla 8 cm más larga que el GLC térmico, el espacio a bordo ha mejorado de forma notable. Hay más altura libre, más espacio para las piernas, y se introduce un maletero delantero (frunk) de 128 litros, además de un espacio posterior de 570 litros ampliables a 1.740 con los asientos abatidos. Este volumen, unido a la plataforma plana, ofrece gran versatilidad y una buena posición de conducción elevada.

La capacidad de remolque alcanza los 2.400 kg, una cifra superior a la mayoría de SUV eléctricos actuales del segmento D. El modelo equipa además asistente de maniobras con remolque y estabilización ESP específica, lo que lo convierte en una opción válida no solo para el día a día, sino también para usos recreativos o profesionales.

El sistema MB.OS —el cerebro digital del nuevo GLC— se apoya en una arquitectura centralizada con controladores zonales y aprendizaje automático. Esta plataforma modular permitirá en el futuro introducir funciones como conducción automatizada en niveles superiores, personalización avanzada basada en el perfil biométrico del conductor y un nuevo ecosistema de servicios digitales. Mercedes-Benz ha confirmado que MB.OS sustituirá gradualmente a MBUX en toda la gama a partir de 2026.

Finalmente, el GLC se inscribe dentro del plan de electrificación global de Mercedes-Benz, que contempla la creación de una familia de modelos eléctricos basada en un nuevo lenguaje de diseño y propulsión. El GLC será el primero de esta nueva línea con “rostro eléctrico”, tal como lo define la marca, y marcará el rumbo visual y tecnológico de futuras propuestas eléctricas en el segmento medio.

En resumen, Mercedes-Benz no solo electrifica el GLC: lo reinventa como plataforma tecnológica, lo posiciona como referencia en el segmento y lo equipa con soluciones técnicas propias del segmento premium superior. Suspensión neumática, arquitectura de 800 voltios, recuperación inteligente, doble motor con reparto variable, MB.OS, frunk, carga a 320 kW… El nuevo GLC eléctrico se anuncia como el SUV más avanzado jamás fabricado por la marca, y uno de los más completos de su categoría. Todo ello, sin perder el confort, el refinamiento y el empaque que han convertido al GLC en el best seller de la casa.

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