La llegada del verano trae altas temperaturas, algo que puede provocar incomodidad a la hora de ponerse al volante y se ha de intentar conducir de la manera más confortable posible. Así que hay que seguir varios consejos para que conducir en verano no se convierta en algo incómodo y se eviten riesgos. Sobre todo, si hablamos de trayectos largos, donde la incomodidad puede traer más problemas.
Antes de iniciar la marcha, es importante que la temperatura en el interior del vehículo esté controlada. Un coche que haya estado cerrado y bajo el sol puede presentar muchos grados por encima del exterior. Antes de arrancar, es importante bajar la temperatura interior.
Para ello, se han de bajar las ventanillas para provocar una corriente de aire que extraiga el aire caliente acumulado en el interior. Con esto se logrará reducir la temperatura y hacer el habitáculo menos incómodo. Es el momento de arrancar y conectar el aire acondicionado, aunque no hay que hacerlo a máxima potencia.
Es conveniente ponerlo a una temperatura fría, pero no a tope. De esta manera, se va adecuando el habitáculo, pero sin crear una alteración fuerte de la temperatura. Poco a poco, se puede ir bajando la temperatura y así conseguir un espacio fresco y agradable.
Una vez el aire acondicionado está activado y se inicia la marcha, se han de subir las ventanillas y dejar que sea el aire acondicionado el que regule la temperatura. Al aparcar, hay que procurar dejar el coche a la sombra. Si no es posible, hay que contar con elementos que protejan el interior del efecto del sol, como parasoles delantero y trasero.
Conducción más agradable
Si te enfrentas a un viaje largo, quizá porque vas a disfrutar de las vacaciones, has de procurar viajar en las horas con menos calor. Viajar bien pronto por la mañana o por la tarde, con la puesta del sol, puede ser una buena idea. Es importante evitar las horas más cálidas del día.
Otro punto imporante a la hora de conducir en verano es la ropa a utilizar. No hay que conducir sin camiseta ni con chanclas de playa. La camiseta protege de las abrasiones producidas por el cinturón de seguridad y evita que se incrementen las heridas en caso de colisión. Conducir con chanclas puede provocar que no se pisen bien los pedales y se creen situaciones de riesgo.
La ropa ha de ser fresca y ligera, para permitir la movilidad pero evitando los riesgos. Y por supuesto, se ha mantener el cuerpo bien hidratado. La falta de agua es causa de la pérdida de atención y del incremento del riesgo durante la conducción.
Se han de realizar paradas de descanso cada dos horas o cada 200 kilómetros, lo que ayuda a mantener el nivel de atención. Se puede aprovechar estas paradas para hidratarse, ya que beber durante la conducción puede distraer y generar más situaciones comprometidas.
Mantenimiento del vehículo
Otras cosas que se han de tener en cuenta son las propias del mantenimiento del vehículo. Tener los neumáticos en condiciones, con la presión adecuada, es fundamental. Además, antes de comenzar el viaje hay que tener en cuenta el nivel de los líquidos de freno, de refrigeración y todos los demás elementos que controlan el buen funcionamiento del vehículo.